Algunos nunca cambian
Algunas personas siempre llegan tarde. Seguramente conoces a alguien que nunca llega a la hora y aparece con una excusa 40 minutos después.
Quizás seas tú el del problema y no importa cuantas alarmas y recordatorios programes, simplemente no puedes evitar salir de tu casa casi a la hora en la que se supone deberías estar en tu destino, o peor aun, después de la hora.
Se han realizado varias investigaciones tratando de entender por que algunos somos así.
De acuerdo al conferencista y académico Alfie Kohn, decir que estas personas son desconsideradas es acertado pero no nos da una razón del por qué de su tardanza.
Kohn sugiere una par de motivos sobre esto: quizás disfrutan la atención que les brinda hacer su entrada o están tan envueltos en sus vidas y en su necesidad de atención que hacen a los demás esperar.
Sin embargo, indica que esto no se puede aplicar a aquellos que siempre llegan tarde por cualquier motivo dramático que ellos mismos se crean.
Por ejemplo, pierden vuelos o se excluyen de eventos en los que realmente quieren estar. Mientras que algunas personas miran su reloj constantemente a medida que el tiempo limite se acerca, Kohl sugiere que los tardones no son buenos haciendo esto.
“Probablemente tienen tendencia a perderse en si mismos en lo que sea que estén haciendo y no se dan cuenta de la hora hasta que ya es demasiado tarde,” agregó.
La forma en la que estamos programados para administrar el tiempo podría ser la responsable
Un estudio del 2016 realizado en la universidad de Washington por los psicólogos Emily Waldum y Mark McDaniel, revisa esta teoría y la describe como Memoria Prospectiva Basada en el Tiempo (Time-Based Prospective Memory o TBPM).
En un experimento les dieron a los sujetos de prueba una tarea, con la ventaja de poder revisar su reloj. Se preparó de tal forma que los participantes estarían muy sumergidos en la tarea (como un rompecabezas), y demasiado preocupados con ella como para mirar el reloj.
Según los resultados, algunas personas son mejores estimando el tiempo que otras.
Lo mismo ocurre cuando estas en vuelto en una actividad como viendo fotos en Instagram o leyendo las noticias. Podrías aún estar en tu cama faltando 5 minutos para salir a trabajar.
Aún así, tú piensas que transcurrieron solo 5 minutos cuando en verdad pasaron mas de 20.
Según Susan Krauss Whitbourne, profesora de psicología y ciencias cerebrales de la universidad Massachusetts Amherst, es importante ser capaz de calcular el tiempo que una tarea nos va a tomar. Las personas buenas en TBPM son hábiles en regular su propias ocupaciones.
Por ejemplo, tu puedes usar Google Maps para calcular el tiempo que te tomará llegar a un punto pero no puedes contar con todo lo que te ocurra en el camino como una conversación con alguien con quien te topaste o un bus o tren retrasado.
Tu plan puede ser sólido pero aún así fallar.
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| Quizás disfrutan la atención que les brinda hacer su entrada o están tan envueltos en sus vidas y en su necesidad de atención, que hacen esperar a los demás . Foto: Google Images |
O simplemente es tu personalidad
Según Whitbourne, los psicólogos freudianos creen que las excesivas tardanzas conllevan a la persona a tener tendencias autodestructivas, dejándolas atrapadas en un ciclo de llegar tarde y castigarse por ello.
Kohn, lo atribuye también a una falta de autodisciplina, donde la persona encuentra imposible desligarse de la tarea que esta disfrutando o siente que debe concluir.
Adoree Durayappah-Harrison , psicólogo y escritor, explica que para algunas personas llegar tarde es una mejor acción.
A algunas personas no les gusta llegar temprano. A veces es ineficiente estar dando vueltas mientras alguien llega o simplemente les incomoda esperar. También están los deslices de etiqueta donde consideran que nadie llega a las 7pm a una cena programada para las 7pm.
Finalmente, hay otra forma de verlo. Un articulo del New York Times sugiere que las constantes tardanzas están impulsadas por el optimismo, por ejemplo, llegar 25 minutos tarde se convertirán en solo 10 si todo marcha a tu favor.
Como sea, hay muchas razones por las que alguien llega tarde todo el tiempo. Si tú puedes reducir tus propias faltas, serás capaz de quitarte esa costumbre… a menos que no quieras.