 |
| Imagen: Pixabay |
Solo dos pruebas
Investigadores de la Universidad de Warwick han desarrollado dos pruebas que podrían detectar el autismo en los niños. Ambas pruebas, una de sangre y una de orina se basan en un vínculo previamente descubierto entre el daño a las proteínas en el plasma sanguíneo y el autismo. El equipo cree que las pruebas son las primeras de su tipo y espera que puedan ayudar a mejorar la detección temprana de los trastornos del espectro autista (TEA).El estudio, publicado en la revista Molecular Autism, confirmó investigaciones previas que habían vinculado ciertas mutaciones en transportadores de aminoácidos con TEA. Dado que las proteínas en el plasma sanguíneo pueden dañarse mediante dos procesos, la oxidación y la glicación, los investigadores desarrollaron pruebas que pueden detectar ese daño.
Armados con este conocimiento y usando las pruebas más confiables que desarrollaron, el equipo tomó muestras de orina y sangre de 38 niños con TEA, así como un grupo control de 31 niños que no habían sido diagnosticados con TEA. Con la ayuda de un algoritmo desarrollado por inteligencia
artificial (IA), el equipo descubrió cómo los dos grupos eran químicamente diferentes.
"Con más pruebas, podremos revelar perfiles plasmáticos y urinarios específicos o "huellas dactilares" de compuestos con modificaciones perjudiciales", dijo Naila Rabbani, profesora asociada de Biología Experimental de Sistemas de la Universidad de Warwick y lider del equipo de investigación. "Esto puede ayudarnos a mejorar el diagnóstico de TEA y señalar el camino hacia nuevas causas de TEA".
Los investigadores todavía no entienden completamente por qué las personas desarrollan autismo. Alrededor del 30-35% de los casos de TEA están relacionados con variantes genéticas, pero no existe una fórmula exacta para predecir el autismo. Como con muchas otras condiciones, la genética, el medioambiente y otros factores juegan un papel importante. En los últimos años, incluso se ha propuesto evidencia de que las bacterias intestinales podrían indicar si una persona tiene o no un TEA.
Encontrar biomarcadores para TEA no estaría lejos de lo que el equipo de Warwick ha logrado, ya que su investigación demostró que la medición del daño a las proteínas podría ser un indicador confiable de si un niño tiene o no TEA.
Los casos de TEA se caracterizan por una gran variedad de síntomas que pueden ir desde problemas de comportamiento leves hasta comportamiento compulsivo debilitante, ansiedad, deterioro cognitivo y mucho más. Debido a que sus síntomas son muy variados y las causas aún no se comprenden por completo, el diagnóstico y el tratamiento pueden ser un viaje arduo.
Si se pueden desarrollar pruebas que permitan a las familias recibir un diagnóstico más pronto, también les dará la posibilidad de buscar una intervención más temprana. Lo cual puede ser esencial para ayudar a los niños con TEA y sus familias a navegar por el mundo y mejorar su calidad de vida.
Y pueden vacunar a sus hijos con tranquilidad. No existen pruebas de que la vacunación se relacione con el autismo.
Fuente consultada:
https://futurism.com/autism-blood-urine-test/